El albacea de un testamento es el encargado de velar por el cumplimiento de los deseos del fallecido, así como de gestionar los asuntos finales de la herencia. El albacea tiene autoridad del tribunal testamentario del condado para actuar en esta función, pero eso no significa necesariamente que el albacea tenga la última palabra en todas las decisiones relativas a la herencia.
¿Qué puede hacer un albacea??
Un albacea tiene la autoridad del tribunal testamentario para gestionar los asuntos de la herencia. Los albaceas pueden utilizar el dinero de la herencia de la forma que consideren mejor para la misma y para cumplir los deseos del difunto. Normalmente, se trata de pagar las deudas y transferir los legados a los beneficiarios según los términos del testamento.
Puede darse el caso de que la herencia tenga más deudas que activos disponibles para pagarlas. Esto es lo que se llama insolvencia. Si la herencia es insolvente, el albacea decidirá cómo reajustar las cosas para que se puedan pagar todas las deudas. Puede implicar la reducción de las herencias o la liquidación de grandes activos.
Qué no puede hacer un albacea?
La mayor limitación de las acciones de un albacea es que es un fiduciario de la herencia. Esto significa que los albaceas deben actuar en el mejor interés de la herencia en todo momento. Para cada decisión que tome como albacea, debe ser capaz de explicar cómo esa es la mejor opción para los intereses de la finca.
Este requisito tiene por objeto impedir que los albaceas conduzcan los asuntos de la herencia en su propio interés. Es especialmente importante cuando el albacea es también un beneficiario. Dado que la ley otorga a los albaceas un gran poder en la dirección de los bienes de la herencia, el tribunal toma esta medida para abordar cualquier posible conflicto de intereses.
Qué ocurre si hay una disputa?
Los beneficiarios pueden no estar de acuerdo con el contenido de un testamento o con las decisiones que toman los albaceas. Es importante señalar aquí que los intentos de impugnar un testamento que el difunto ha firmado y redactado correctamente rara vez tienen éxito. En la mayoría de los casos, los beneficiarios no pueden acudir a los tribunales para impugnar a un albacea por el simple hecho de no estar de acuerdo con una o varias de sus decisiones.
Para que el tribunal pueda destituir a un albacea, alguien (normalmente un beneficiario) debe demostrar que el albacea ha incurrido en mala conducta o es incompetente por otros motivos. La mala praxis del albacea puede adoptar muchas formas. Por ejemplo, no registrar el testamento en el tribunal de sucesiones; no pagar las deudas de la herencia; utilizar los fondos de la herencia para gastos personales; y no distribuir los bienes de acuerdo con el testamento.
Si puede demostrar al tribunal que el actual albacea es incompetente o que ha gestionado mal los asuntos de la herencia, el tribunal lo relevará y elegirá un sustituto. Si el testamento nombra a un albacea alternativo, es probable que éste sea el elegido por el tribunal. Por lo demás, cada juzgado tiene una lista prioritaria de personas a nombrar como albacea. Las listas varían de un tribunal a otro, pero los cónyuges supervivientes y los hijos mayores de edad suelen estar muy arriba en la lista.
Lo que hay que saber
El albacea de un testamento tiene un gran trabajo. Recoger los bienes, pagar las deudas y distribuir las herencias, todo ello documentando correctamente el proceso ante los tribunales, puede llevar mucho tiempo y energía. Para llevar a cabo la tarea de forma eficaz, el albacea necesita una autorización formal para gastar el dinero de la herencia y gestionar los asuntos. El albacea puede incluso decidir si los legados deben modificarse en caso de insolvencia y cómo hacerlo.
Sin embargo, esa autoridad no está exenta de límites. Debe actuar siempre en el mejor interés de la herencia. Como en cualquier trabajo, existen sistemas para que los albaceas rindan cuentas y se aseguren de que ningún albacea hace un uso indebido de su autoridad. Si nombra a su propio albacea, es fundamental que elija a alguien que sepa que es muy competente y digno de confianza.
Consejos para planificar su patrimonio
- Las herencias más grandes pueden estar sujetas a impuestos sobre el patrimonio. Si no quiere que su patrimonio sea devorado por los impuestos, planifique con antelación. Puede donar partes de su patrimonio por adelantado a los herederos o crear un fideicomiso.
- En caso de duda, pida ayuda. La planificación de la herencia puede ser complicada, especialmente a medida que el patrimonio crece. No dude en buscar un asesor financiero o un abogado que le ayude a poner en orden sus asuntos y a elaborar un plan financiero que le proporcione a usted y a su familia.